Un cofre

Un cofre
Para atesorar palabras, bálsamo para el alma

Esas lindas personas con las que compartimos sueños:

jueves, 16 de septiembre de 2010

Pablo Neruda "Cuando de Chile"

OH Chile, largo pétalo
de mar y vino y nieve,
ay cuándo
ay cuándo y cuándo
ay cuándo
me encontraré contigo,
enrollarás tu cinta
de espuma blanca y negra en mi cintura,
desencadenaré mi poesía
sobre tu territorio.

Hay hombres
mitad pez, mitad viento,
hay otros hombres hechos de agua.
Yo estoy hecho de tierra.
Voy por el mundo
cada vez más alegre:
cada ciudad me da una nueva vida.
El mundo está naciendo.
Pero si llueve en Lota
sobre mí cae la lluvia,
si en Lonquimay la nieve
resbala de las hojas
llega la nieve donde estoy.
Crece en mí el trigo oscuro de Cautín.
Yo tengo una araucaria en Villarrica,
tengo arena en el Norte Grande,
tengo una rosa rubia en la provincia,
y el viento que derriba
la última ola de Valparaiso
me golpea en el pecho
con un ruido quebrado
como si allí tuviera
mi corazón una ventana rota.

El mes de octubre ha llegado hace
tan poco tiempo del pasado octubre
que cuando éste llegó fue como si
me estuviera mirando el tiempo inmóvil.
Aquí es otoño. Cruzo
la estepa siberiana.
Día tras día todo es amarillo,
el árbol y la usina,
la tierra y lo que en ella el hombre nuevo crea:
hay oro y llama roja,
mañana inmensidad, nieve, pureza.

En mi país la primavera
viene de norte a sur con su fragancia.
Es como una muchacha
que por las piedras negras de Coquimbo,
por la orilla solemne de la espuma
vuela con pies desnudos
hasta los archipiélagos heridos.
No sólo territorio, primavera,
llenándome, me ofreces.
No soy un hombre solo.
Nací en el sur. De la frontera
traje las soledades y el galope
del último caudillo.
Pero el Partido me bajó del caballo
y me hice hombre, y anduve
los arenales y las cordilleras
amando y descubriendo.

Pueblo mío, verdad que en primavera
suena mi nombre en tus oídos
y tú me reconoces
como si fuera un río
que pasa por tu puerta?

Soy un río. Si escuchas
pausadamente bajo los salares
de Antofagasta, o bien
al sur, de Osorno
o hacia la cordillera, en Melipilla,
o en Temuco, en la noche
de astros mojados y laurel sonoro,
pones sobre la tierra tus oídos,
escucharás que corro
sumergido, cantando.

Octubre, oh primavera,
devuélveme a mi pueblo.
Qué haré sin ver mil hombres,
mil muchachas,
qué haré sin conducir sobre mis hombros
una parte de la esperanza?
Qué haré sin caminar con la bandera
que de mano en mano en la fila
de nuestra larga lucha
llegó a las manos mías?
Ay Patria, Patria,
ay Patria, cuándo
ay cuándo y cuándo
cuándo
me encontraré contigo?

Lejos de ti
mitad de tierra tuya y hombre tuyo
he continuado siendo,
y otra vez hoy la primavera pasa.
Pero yo con tus flores me he llenado,
con tu victoria voy sobre la frente
y en ti siguen viviendo mis raíces.

Ay cuándo
encontraré tu primavera dura,
y entre todos tus hijos
andaré por tus campos y tus calles
con mis zapatos viejos.
Ay cuándo
iré con Elías Lafferte
por toda la pampa dorada.
Ay cuándo a ti te apretaré la boca,
chilena que me esperas,
con mis labios errantes?
Ay cuándo
podré entrar en la sala del Partido
a sentarme con Pedro Fogonero,
con el que no conozco y sin embargo
es más hermano mío que mi hermano.
Ay cuándo
me sacará del sueño un trueno verde
de tu manto marino.
Ay cuándo, Patria, en las elecciones
iré de casa en casa recogiendo
la libertad temerosa
para que grite en medio de la calle.
Ay cuándo, Patria,
te casarás conmigo
con ojos verdemar y vestido de nieve
y tendremos millones de hijos nuevos
que entregarán la tierra a los hambrientos.

Ay Patria, sin harapos,
ay primavera mía,
ay cuándo
ay cuándo y cuándo
despertaré en tus brazos
empapado de mar y de rocío.
Ay cuando yo esté cerca
de ti, te tomaré de la cintura,
nadie podrá tocarte,
yo podré defenderte
cantando,
cuando
vaya contigo, cuando
vayas conmigo, cuándo
ay cuándo.

domingo, 4 de julio de 2010

Oscar Castro

Nació el 25 de marzo de 1910 en Rancagua, al sur de Santiago de Chile en el seno de una humilde familia. Fue bibliotecario y profesor en su ciudad natal en el liceo que hoy lleva su nombre, también colaboró en periódicos. En 1929 aparece en el diario local “La Semana” su primer poema firmado con su nombre, se titula “Poema a su Ausencia”. De su obra lírica destacan: Camino en el alba (1938), Viaje del alba a la noche (1940), Reconquista del hombre (1944), Glosario gongorino y Rocío en el trébol (póstumas, 1948 y 1950). También escribió cuentos como Huellas en la tierra (1940), La sobra de las cumbres (1944, premios Atenea y municipal de Santiago), Comarca del jazmín (1945). Las novelas: Llampo de sangre, La vida simplemente, Lina y su sombra (todas póstumas: 1950, 1951, 1958). Falleció el 1 de noviembre de 1947.

Para ustedes estos tesoros de su obra musicalizada:


Federico García Lorca en la poesía de Oscar Castro

domingo, 17 de enero de 2010

"El apocalipsis de las palabras" La dicha de enmudecer Armando Roa Vial

"De la palabra recordar"

al amparo del vacío. llenos de terror.
en ese póstumo rincón de nuestras vidas
que la sombra cubrió.
en un ir y venir sin pulso ni peso.
perdiendo el rumbo, vacilando y enmudeciendo.
cuando ya la soledad se tambalea hacia nosotros
como una hermana incestuosa y delirante,
ávida de fúnebres caricias,
enseñándonos su cuerpo contrahecho y enfermo.
cuando de la realidad del mundo
apenas subsisten nuestros muertos,
a contraluz,
con sus frágiles arquitecturas
ennegrecidas por el tiempo,
repicando un adiós que asciende furtivamente
al atardecer.


Detras de la palabra hombre

¡Oh muerte en vida! Nadie nos salva de esta orfandad.
Vamos y venimos. Subimos y caemos.
Palabra somos y en palabra nos convertiremos.

De la palabra luna
Ensayo de aparición fugaz


Menguando y apagándose
en el provisorio firmamento de una hoja de papel.
Después de ensayar una brecha de luz
en el oscuro espacio de mi voz.
Cuando el aire declinante de la noche
va fijando sus últimas huellas
en la abisal del poema.